Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga
Las Escrituras nos llaman a dar con manos abiertas, proveyendo lo mejor para los necesitados. Como afirma 1 Timoteo: «A los ricos […] manda […] que hagan bien, que sean ricos en buenas obras» (1 Timoteo 6:17-18). No tenemos que realizar una que otra buena obra, sino tener un espíritu generoso. Tener un gran corazón debería ser nuestra manera natural de vivir. Se nos dice: «sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos» (v. 18).
Al vivir con un corazón abierto y generoso, no tenemos por qué temer quedarnos sin lo que necesitamos. Más bien, la Biblia nos dice que, con nuestra generosidad compasiva, estamos echando «mano de la vida eterna» (v. 19). Con Dios, una vida genuina implica no aferrarnos a lo que tenemos, para poder dar a otros con liberalidad. Winn - Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario