Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga
Los salmistas estarían de acuerdo. Sus cánticos y oraciones nos brindan reflexiones sinceras sobre la vida y su sufrimiento inevitable. Tocan áreas de nuestra vida de difícil acceso. Por ejemplo: David clama en el Salmo 6:6: «Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas». Que semejante sinceridad esté incluida en los cánticos inspirados de la Escritura nos alienta enormemente, y nos invita a presentarle nuestros miedos a Dios, quien nos recibe en su presencia para darnos consuelo y ayuda, y nos abraza en la sinceridad de nuestro corazón. La música puede permitirnos expresar nuestros sentimientos cuando no nos salen las palabras; pero sin importar que sea con un canto, una oración o un clamor silencioso, Dios llega hasta lo profundo de nuestro ser y nos da su paz. Bill - Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario