Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga
La expedición fracasó, pero lo que hicieron demostró nuestra tendencia humana a confiar para nuestro bienestar en otras cosas menos importantes —dinero, fuerza humana o tradiciones religiosas— que una relación con Dios. El Señor advirtió de esto a su pueblo cuando, ante la amenaza de una invasión asiria, buscó ayuda de Faraón en lugar de acudir a Él: «Porque así dijo Dios el Señor […]: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis» (Isaías 30:15-16).
Esa «expedición» también fracasó (como Dios había dicho), y los asirios aplastaron Judá. Pero el Señor también le dijo a su pueblo: «el Señor esperará para tener piedad de vosotros». Aunque hemos confiado en cosas más pequeñas, Dios sigue extendiéndonos su mano. «Bienaventurados todos los que confían en él» (v. 18). James Banks - Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario