Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga
Phyllis conoció a Aicha en medio del dolor y la tristeza compartidos. Phyllis creía que la furia por la muerte de su hijo, por apropiada que fuera, no podía curar su angustia. Al escuchar la historia familiar de Aicha, Phyllis sintió compasión y resistió la tentación de verlos simplemente como enemigos. Ella deseaba justicia, pero creía que debemos liberarnos de la tentación de buscar venganza que a menudo se apodera de nosotros cuando hemos sido agraviados.
El apóstol Pablo compartió esta convicción, exhortándonos a “deshacernos de toda amargura, ira e ira. . . junto con toda forma de malicia” (Efesios 4:31). A medida que renunciamos a estos poderes destructivos, el Espíritu de Dios nos llena con una nueva perspectiva. “Sed bondadosos y compasivos unos con otros”, dice Pablo (v. 32). Es posible trabajar para corregir los errores y al mismo tiempo rechazar la venganza furiosa. Que el Espíritu nos ayude a mostrar una compasión que venza la amargura. winn collier - Pan Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario