Oración que hace temblar la tierra

El Dr. Gary Greenberg ha fotografiado y amplificado arena de playas de todo el mundo, y descubrió que el contenido de la arena va más allá de lo que simplemente se ve. La mineralogía de la arena señala que el análisis microscópico de su contenido mineral revela mucho sobre la erosión, las corrientes costeras y sus potenciales efectos en las riberas. ¡Incluso un pequeño grano de arena puede brindar información de gran importancia!
Una oración sencilla, como un grano de arena, puede ser poderosa. Las Escrituras indican el papel importante de la oración en la venida del reino de Dios. En Apocalipsis 8, Juan ve un ángel parado frente al altar del trono de Dios, con un incensario de oro que contenía «las oraciones de todos los santos». Luego, «lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto» (vv. 3, 5). Inmediatamente después, siete ángeles con siete trompetas «se dispusieron a tocarlas» (v. 6), anunciando los últimos tiempos de esta vieja tierra y el retorno de Cristo en gloria. A veces, nos parece que nuestras oraciones no sirven de mucho, pero Dios las valora enormemente. ¡Lo que para nosotros podría parecer la oración más pequeña tiene para Dios un peso que hace temblar la tierra! James Banks - Pan Diario

Amonestaciones de la vida

«Lamentablemente, tuvimos una conversación dura —dijo Silvia—. Aunque no fue agradable, sentí que debía hablar de sus actitudes y acciones, para que no lastimara a otros». Hablaba de la joven a la que discipulaba. A pesar de la incomodidad, dio buen resultado y fortaleció la relación. Semanas después, ambas mujeres lideraron un tiempo de oración con el tema de la humildad.
Sin duda, enfrentaremos conversaciones duras con hermanos en Cristo. En Proverbios, un tema repetido es la importancia de la humildad al indicar y recibir correcciones. Además, a la crítica constructiva se la llama «amonestaciones de la vida» y produce sabiduría verdadera (Proverbios 15:31). En Proverbios 15:5, leemos que el necio desprecia la disciplina, mientras que los que aceptan la corrección muestran buen juicio. Dicho sin vueltas: «el que aborrece la corrección morirá» (v. 10). La verdad dicha con amor puede restaurar una relación.
¿Conoces a alguien a quien habría que expresarle palabras de amonestación con amor? Quizá te hayan aconsejado sabiamente y te sentiste tentado a reaccionar con enojo e indiferencia. Descartar la disciplina es despreciarse a uno mismo, pero aceptarla trae entendimiento. Que Dios nos ayude hoy a indicar y recibir corrección con humildad. Karen Pimpo - Pan Diario

Juntos en esto

Carla luchaba contra un tumor cerebral cuando se desató la crisis de la COVID-19. Se acumuló líquido alrededor de su corazón y pulmones, y tuvieron que volver a internarla. Su familia no podía visitarla por la pandemia. David, su esposo, prometió hacer algo.
Reunió a los seres queridos y les pidió que hicieran carteles con mensajes. Con mascarillas, 20 personas se pararon en la calle frente al hospital, con carteles: «¡FUERZA MAMÁ!». «TE AMAMOS». «ESTAMOS CONTIGO». Con la ayuda de una enfermera, Carla fue hasta la ventana del cuarto piso. «Lo único que pudimos ver fue una mascarilla y una mano que saludaba —publicó su esposo en una red social—, pero fueron una mascarilla y una mano hermosas».
Al final de su vida, el apóstol Pablo se sentía solo, mientras languidecía en una cárcel romana. Le escribió a Timoteo: «Procura venir antes del invierno» (2 Timoteo 4:21). Pero no estaba totalmente solo. «El Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas», dijo (v. 17). Y, al parecer, también tuvo algún contacto alentador con otros creyentes. Timoteo afirmó: «Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos» (v. 21).
Somos creados para estar en comunidad, y más experimentamos esto en las crisis. ¿Qué podrías hacer por alguien que se sienta completamente solo hoy? Tim Gustafson - Pan Diario

Apropiarse de la fe


Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga

En junio de 2002, debutó la competición de canto American Idol. Cada semana, los aspirantes cantaban sus propias versiones de canciones, y la audiencia votaba para ver quién avanzaba a la próxima ronda.
Uno de los jueces del panel, Randy Jackson, tenía una frase característica: «¡Amigo, te apropiaste de esa canción!». Elogiaba así al cantante cuando este tomaba una melodía conocida y la interpretaba con un giro particular. «Apropiarse» de la canción era hacerla propia de forma creativa y, luego, ofrecerla al mundo en el escenario.
Pablo nos invita a hacer algo similar para poseer nuestra fe y expresarla. En Filipenses 3, rechaza cualquier intento de ganar la posición correcta ante Dios (vv. 7-8), y nos enseña a abrazar «la justicia que es de Dios por la fe» (v. 9). El regalo del perdón y la redención transforma nuestra motivación y metas: «prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (v. 12).
Jesús garantizó nuestra victoria. ¿Nuestra tarea? Aferrarnos a esta verdad, internalizar el regalo del evangelio y ponerlo en práctica en medio de nuestro mundo roto. En otras palabras, tenemos que apropiarnos de nuestra fe y, al hacerlo, vivir «de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado» (v. 16 NVI). Adam Holz - Pan Diario

Charcos de sol

Era un día cálido de verano, y mi nieta de cuatro años, Mollie, y yo tomábamos un descanso después de jugar a la pelota. Mientras estábamos sentados en el porche, Mollie miró al jardín y dijo: «Mira esos charcos de sol». La luz del sol se filtraba entre el denso follaje y creaba un patrón de luz en medio de las sombras.
Charcos de sol. ¿No es acaso una imagen hermosa para encontrar esperanza en días oscuros? En medio de lo que pueden parecer épocas difíciles —cuando no parece haber buenas noticias—, en vez de concentrarnos en las sombras, podemos concentrarnos en la luz.
La Luz tiene un nombre: Jesús. Mateo citó a Isaías para describir la luminosidad que llegó al mundo con Jesús: «El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció» (Mateo 4:16; ver también Isaías 9:2). Los efectos del pecado están por todas partes mientras vivimos en la «región de sombra de muerte». Pero a través de esa sombra, brilla Jesús, la espléndida y gloriosa luz del mundo (Juan 1:4-5).
La luz del amor y la compasión de Jesús atraviesa las sombras, dándonos «charcos de sol» para iluminar nuestro día y llenar nuestro corazón de esperanza. Dave Branon - Pan Diario