Durante toda la vida

«Hay diferentes preguntas que un joven artista puede hacer —dice el cantautor Linford Detweiler—. Una es: “¿Qué debo hacer para ser famoso?”». Detweiler advierte que esa meta «abre la puerta a toda clase de fuerzas destructivas, tanto internas como externas». En cambio, con su esposa, han elegido un camino musical menos llamativo, en el cual «siguen creciendo durante toda la vida».
El nombre Joiada no se reconoce de inmediato, sin embargo, es sinónimo de toda una vida dedicada a Dios. Fue sumo sacerdote durante el reinado de Joás, el cual, gracias a él, reinó bien durante mucho tiempo.
Cuando Joás tenía solo siete años, Joiada fue el impulsor para establecerlo como un rey justo (2 Reyes 11:1-16). En la coronación, Joiada «hizo pacto entre el Señor y el rey y el pueblo, que serían pueblo del Señor» (v. 17). Cumplió su promesa e implementó reformas sumamente necesarias. «Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada» (2 Crónicas 24:14). Por su dedicación, «lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes» (v. 16). Eugene Peterson llama a una vida tan enfocada en Dios «una larga obediencia en la misma dirección». Irónicamente, tal obediencia se destaca en un mundo que busca la fama, el poder y la satisfacción personal. Tim Gustafson - Pan Diario

Transmitir la verdad

Al no poder ver a sus nietos en persona debido al riesgo de contagio, muchos abuelos buscaron nuevas maneras de conectarse durante la pandemia de COVID-19. Una encuesta reciente mostró que muchos adoptaron los mensajes de texto y las redes sociales para mantener sus preciosos lazos con sus nietos. Algunos incluso adoraron con sus familias al Señor mediante videollamadas.
Una de las formas más poderosas en que los padres y los abuelos pueden influenciar a sus descendientes es transmitiéndoles las verdades de las Escrituras. En Deuteronomio 4, Moisés le encargó al pueblo de Dios que no se olvidara de lo que había visto de Él; que no se apartara de sus corazones (v. 9). Y agregó que compartirlo con sus hijos y los hijos de sus hijos les permitiría aprender a temer al Señor (v. 10) y vivir según su verdad en la tierra que les estaba dando.
Los vínculos con familiares y amigos que Dios no da son para que los disfrutemos. Según su plan, también tienen el propósito de ser un canal para transmitir su sabiduría de una generación a otra, para «[instruirlos] en justicia» y prepararlos para «toda buena obra» (2 Timoteo 3:16-17). Ya sea mediante un mensaje, una llamada, un video o en persona, los equipamos para que vean y disfruten la obra de Dios en sus vidas. Kirsten Holmberg - Pan Diario

Dos casas


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Para probar la estabilidad de dos casas, los ingenieros simularon un huracán de categoría 3, usando ventiladores poderosos que produjeron ráfagas de viento de 160 kph durante diez minutos. La primera estaba construida según un código de construcción que no contemplaba huracanes, y la otra fue armada con un techo y pisos reforzados. La primera se sacudió y finalmente colapsó, pero la otra sobrevivió, mostrando solo unos pequeños daños superficiales. Uno de los ingenieros resumió el estudio, preguntando: «¿En qué casa preferirías vivir?».
Al concluir su enseñanza sobre los valores de la vida en el reino, Jesús dijo: «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca» (Mateo 7:24). Los vientos feroces soplaron, pero la casa sobrevivió. Por el contrario, el que oye y no obedece es como «un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena» (v. 26). El viento sopló y la casa colapsó. Les presentó dos opciones: construir sobre el cimiento sólido de la obediencia a Dios o sobre la arena inestable de sus propios caminos. Nosotros también tenemos que decidir. ¿Construiremos nuestra vida sobre Jesús y la obediencia a sus palabras o sobre la desobediencia a sus instrucciones? Marvin Williams - Pan Diario

Nómades radiantes

Bajo un cielo nocturno en la primavera de 2020, los surfistas cabalgaban las olas bioluminiscentes en la costa de San Diego. Este espectáculo de luces era provocado por organismos microscópicos llamados fitoplancton, nombre derivado de una palabra griega que significa «nómade». Durante el día, producen mareas rojas y captan la luz solar que se convierte en energía química. En la oscuridad, cuando se los perturba, producen una luz azul radiante.
Los creyentes en Cristo son ciudadanos del cielo que, parecido a las algas de la marea roja, viven como nómades en la tierra. Cuando las dificultades perturban nuestros planes bien establecidos, el Espíritu Santo nos potencia para responder como Jesús, la luz del mundo, de modo que reflejemos en la oscuridad su carácter radiante. Conocer a Jesús y el poder de su resurrección nos cambia e impacta nuestra manera de vivir y reaccionar ante las pruebas de la vida (Filipenses 3:8-16). Cuando pasamos tiempo diariamente con el Hijo de Dios, el Espíritu Santo nos equipa con la verdad que necesitamos, capacitándonos para reflejar el carácter de Cristo ante cada desafío de este mundo. Podemos ser faros del amor y la esperanza de Dios, atravesando la oscuridad hasta que Él nos llame a casa o vuelva a buscarnos. Xochitl Dixon - Pan Diario

Fuerte como el hierro

Los escarabajos acorazados son conocidos por su exterior resistente que los protege de los depredadores. Una variedad especial posee una fuerza extraordinaria bajo presión. Su dura capa se estira en lugar de quebrarse. Pruebas científicas muestran que pueden soportar una compresión casi 40.000 veces mayor que el peso de su cuerpo.
Tal como Dios creó este insecto tan duro, así también le dio resiliencia a Jeremías. El profeta enfrentaría una intensa presión cuando le diera a Israel el desagradable mensaje, así que Dios prometió hacerlo «como columna de hierro, y como muro de bronce» (Jeremías 1:18). No sería aplastado, derribado ni agobiado. Sus palabras permanecerían firmes por la presencia y el poder redentor de Dios.
Jeremías fue acusado falsamente, arrestado, juzgado, azotado, arrojado en un pozo… y sobrevivió. También resistió el peso de sus luchas internas, dudas y angustia. Pero Dios lo ayudó constantemente para que su espíritu y testimonio no fueran despedazados. Cuando sentimos deseos de abandonar la misión que Dios nos ha dado, podemos recordar que el Dios de Jeremías es también nuestro Dios. Él puede hacernos fuertes como el hierro porque su poder se perfecciona en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9). Jennifer Schuldt - Pan Diario