Congregarse en Jesús

Cuando atravesaba un largo período de angustia y lucha emocional y espiritual debido a circunstancias difíciles en mi vida, habría sido fácil alejarme de la iglesia, pero me sentí impulsada a asistir todos los domingos.
Aunque mi situación siguió igual muchos largos años, reunirme y adorar con otros creyentes en los servicios, las reuniones de oración y el estudio bíblico me brindaron el aliento necesario para perseverar y mantenerme esperanzada. Y a menudo, no solo escuchaba un mensaje o enseñanza edificantes, sino que recibía consuelo, un oído atento o un abrazo que necesitaba.
El autor de Hebreos escribió: «no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos» (Hebreos 10:25). Él sabía que, cuando enfrentáramos dificultades, necesitaríamos el apoyo de otros; y que los otros necesitarían el nuestro. Por eso, este pasaje nos recuerda «[mantener] firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza», y nos insta a «[considerarnos] unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras» (vv. 23-24). Esto constituye gran parte de lo que significa estimularnos. Por eso, Dios nos guía a seguir reuniéndonos. Tal vez alguien necesite tu estímulo, y quizá te sorprenda lo que recibas a cambio. Alyson Kieda - Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario