Dios conoce nuestras necesidades

Lando, un chofer de jeepney (una forma de transporte público en Filipinas) en Manila, tragaba café en un puesto junto a un camino. Después del aislamiento por Covid-19, la gente volvía a transitar, y pensó: Los eventos deportivos hoy significan más pasajeros. Recuperaré lo perdido. Por fin, puedo dejar de preocuparme. 
Estaba por salir, cuando vio a Ronnie en un banco cercano. El barrendero parecía preocupado, como si necesitara hablar. Lando pensó: Cada segundo cuenta. Cuanto más pasajeros, más ganancia. No puedo detenerme. Pero sintió que Dios lo guiaba a hablar con Ronnie, y lo hizo.
Jesús entendía qué difícil era no preocuparse (Mateo 6:25-27), por eso nos asegura que nuestro Padre celestial sabe exactamente lo que necesitamos (v. 32). Se nos recuerda no ser ansiosos, sino confiar en Él y dedicarnos a hacer lo que quiere que hagamos (vv. 31-33). Cuando le obedecemos, podemos descansar en que «si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así», Él nos proveerá como lo hace con la creación (v. 30).
Por la conversación de Lando con Ronnie, este finalmente aceptó a Cristo como Salvador. Lando dijo: «Y Dios también proveyó suficientes pasajeros ese día. Simplemente obedecí, y Él me suplió lo que necesitaba». Karen Huang - Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario