Enfocarse en Dios

Según el psicólogo economista Barry Schwartz, mi indecisión crónica indica que soy lo que él llama un «maximizador» —en oposición a un «satisfacedor»—, con la necesidad constante de tomar la mejor decisión (¡culpable!). ¿Cuál es el potencial resultado de tal indecisión frente a numerosas decisiones? Ansiedad, depresión e insatisfacción. En realidad, los sociólogos han acuñado una frase para este fenómeno: miedo a equivocarse.
Por supuesto que no encontramos la palabra maximizador en las Escrituras, pero sí hallamos una idea similar. En 1 Timoteo, Pablo desafió a Timoteo a encontrar valía en Dios en lugar de buscarla en las cosas de este mundo. Las promesas de satisfacción que ofrece el mundo nunca pueden conformar por completo. En cambio, Pablo quería que Timoteo basara su identidad en Dios: «gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento» (6:6). Pablo suena como un satisfacedor cuando agrega: «Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto » (v. 8).
Cuando me enfoco en la miríada de formas en que el mundo promete satisfacción, suelo terminar inquieto e insatisfecho. Pero cuando me enfoco en Dios y renuncio a mi instinto compulsivo de maximizar, mi alma se mueve en dirección a un contentamiento y reposo genuinos. Adam Holz - Pan Diario

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