El poder de la Palabra de Dios


Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga

Esteban era un comediante con futuro, y un pródigo. Criado en una familia cristiana, luchaba con sus dudas después de que su padre y dos hermanos murieran en un accidente. Con poco más de 20 años, había perdido su fe. Pero la encontró una noche en las heladas calles de Chicago. Un desconocido le dio un Nuevo Testamento de bolsillo, y al abrirlo, vio el índice que decía que los que estuvieran ansiosos leyeran Mateo 6:27-34.
Las palabras de Jesús en el Sermón del monte encendieron su corazón. Recuerda: «Fui iluminado inmediata y absolutamente. Me detuve en la fría esquina y leí el sermón, y mi vida nunca volvió a ser igual».
Así es el poder de las Escrituras. La Biblia es diferente a todos los libros porque es viva: ella nos lee a nosotros: «la palabra de Dios es […] más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, […] y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón» (Hebreos 4:12). Las Escrituras presentan la fuerza más poderosa del planeta; fuerza que transforma y lleva a la madurez espiritual. Abrámosla y leámosla en alta voz, pidiéndole a Dios que encienda nuestro corazón. Él promete de su palabra: «no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié» (Isaías 55:11). Mike Wittmer - Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario