Asuntos de familia

Mi hermana, mi hermano y yo fuimos desde diferentes estados al funeral de nuestro tío y paramos para ver a nuestra abuela de 90 años. Un ataque cerebral la había dejado paralizada, había perdido el habla y solo podía usar su mano derecha. Mientras estábamos junto a su cama, extendió esa mano y tomó la de cada uno de nosotros, colocándolas sobre su corazón y dándoles una palmadita. Con ese gesto sin palabras, mi abuela habló a lo que había sido, de alguna manera, una relación de hermanos rota y distante. «Asuntos de familia».
En la familia de Dios, la iglesia, también podemos separarnos; permitir que la amargura nos aleje unos de otros. El escritor de Hebreos hace referencia a la amargura que separó a Esaú de su hermano (Hebreos 12:16), y nos desafía, como hermanos, a aferrarnos los unos a los otros en la familia de Dios: «Procuren vivir en paz con todos» (v. 14 rvc). Aquí, la palabra «procuren» da la idea de una inversión decidida e intencional en tener paz entre los hijos de Dios. Luego, ese mismo esfuerzo se aplica a cada uno personalmente. Cada. Uno. Asuntos de familia. Tanto nuestras familias terrenales como la familia de Dios. Que todos procuremos aferrarnos unos a otros. Elisa Morgan - Pan Diario

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