Dona un euro, haz clic en el botón amarillo. Dios te bendiga
Las Escrituras nos dicen que Dios busca a todos los olvidados y desechados. Aunque algunos creyentes lleguen a sentirse destituidos y vulnerables en esta vida, Él promete estar con ellos. Dios es «Padre de huérfanos» (Salmo 68:5). Si estamos solos, sea por negligencia o alguna tragedia, Dios sigue estando presente, tendiéndonos la mano, acercándonos a Él y dándonos esperanza. Sin duda, «hace habitar en familia a los desamparados» (v. 6). En Jesús, los demás creyentes constituyen nuestra familia espiritual.
Cualesquiera que sean nuestras historias familiares, aislamiento, abandono o disfunción relacional, podemos saber que alguien nos ama. Con Dios, ya no somos más huérfanos. Winn Collier - Daily Bread
No hay comentarios:
Publicar un comentario