Dios pelea por nosotros

Una madre demostró que nada la detendría de proteger a su hijo. El niño de cinco años estaba jugando afuera, cuando lo oyó gritar. Salió corriendo, y horrorizada, vio que su hijo tenía un «compañero de juego» inesperado: un puma. El gran felino estaba encima del niño con su cabeza en la boca. Recurriendo a la mamá oso en su interior, luchó contra el puma hasta abrirle las quijadas para rescatar a su hijo. La hazaña de esta madre nos recuerda cómo las Escrituras usan la maternidad para ilustrar el amor tenaz de Dios y su protección a sus hijos.
Dios cuidó y consoló tiernamente a su pueblo como una águila cuida a sus crías (Deuteronomio 32:11-11; Isaías 66:13). Asimismo, como una madre que nunca podría olvidar a un bebe con quien desarrolló un vínculo inseparable, Dios nunca olvidará a los suyos ni dejará de ser compasivo con ellos (Isaías 54:7-8). Por último, como un ave que protege a sus crías bajo sus alas, Dios «con sus plumas te cubre» porque «escudo y baluarte es su fidelidad» (Salmo 91:4 lbla).
A veces nos sentimos solos, olvidados y atrapados por toda clase de depredadores espirituales. Dios nos ayude a recordar que, compasivamente, nos cuida, consuela y pelea por nosotros. Marvin Williams - Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario