La abundancia satisface la escasez

Las cafeterías escolares suelen preparar más comida de la que se consume porque no pueden predecir exactamente la necesidad, y los restos van a la basura. Sin embargo, muchos estudiantes no tienen suficiente comida en la casa y pasan los fines de semana con hambre. Una escuela se unió a una organización para resolver el problema: envolvieron los restos de comida y se los dieron a los alumnos para llevar a casa; y al mismo tiempo, solucionaron el problema del desperdicio de comida y el hambre.
Si bien la mayoría no considera que la abundancia de dinero sea un problema como lo es el desperdicio de comida, el principio detrás del proyecto de esa escuela es igual al que menciona Pablo en su carta a los corintios. Sabía que las iglesias de Macedonia tenían dificultades, así que le pidió a la iglesia de Corinto que usara su «abundancia» para «[suplir] la escasez de ellos» (2 Corintios 8:14). Su objetivo era que nadie tuviera demasiado mientras otros sufrían. Quería que los corintios empatizaran y fueran generosos con los macedonios, reconociendo que tal vez un día podrían necesitar una ayuda similar. Ante las necesidades de otros, evaluemos si podemos tener algo para compartir. ¡Lo que demos nunca será un desperdicio! Kirsten Holmberg - Pan Diario

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