Gente que necesita gente

En su carrera al salón de la fama como periodista deportivo, Dave Kindred cubrió cientos de eventos deportivos importantes y escribió una biografía de Muhammad Ali. Jubilado y aburrido, empezó a asistir a partidos de básquet femenino en una escuela local. Luego, comenzó a escribir historias sobre cada juego y a publicarlas en línea. Cuando su madre y su nieto murieron y su esposa sufrió un síncope, se dio cuenta de que el equipo del que estaba escribiendo le había dado una sensación de comunidad y propósito. Ambos se necesitaban mutuamente. Kindred dijo: «Este equipo me salvó. Mi vida se había vuelto oscura [… y] ellas eran la luz».
¿Cómo un legendario periodista llegó a depender de un grupo de adolescentes? Del mismo modo que un legendario apóstol se apoyaba en la comunión de aquellos que conocía en sus viajes misioneros. ¿Notaste a cuántos saludaba al cerrar sus cartas? (Romanos 16:3-15). Escribió: «Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones» (v. 7); «Saludad a Amplias, amado mío en el Señor» (v. 8). Menciona a más de 25 personas, la mayoría de las cuales no se vuelve a mencionar en las Escrituras. Pero Pablo las necesitaba. En tu caso, el mejor lugar es la iglesia local. Alumbra a quien lo necesite. Algún día, podrían devolver el favor. Mike Wittmer - Pan Diario

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