La historia no ha terminado

Cuando la serie británica Line of Duty terminó, una cantidad récord de espectadores miró cómo terminaría la lucha contra el crimen organizado. Pero muchos se decepcionaron cuando el final implicaba que el mal finalmente triunfaría. Un aficionado dijo: «Quería que juzgaran a los chicos malos. Necesitábamos ese final moral».
El sociólogo Peter Berger señaló que tenemos hambre de esperanza y justicia; esperanza de que el mal será un día vencido y que los que lo causaron tengan que enfrentar sus delitos. Un mundo en el que triunfan los malos va en contra de lo que debería ocurrir. Tal vez sin darse cuenta, esos aficionados desilusionados estaban expresando el profundo anhelo de la humanidad de que el mundo vuelva a ser justo.
En su oración, Jesús es realista en cuanto al mal y la necesidad de ser librados de él (Mateo 6:12-13). No obstante, este realismo va acompañado de esperanza. Hay un lugar donde el mal no existe —el cielo—, y ese reino celestial vendrá a la tierra (v. 10). La justicia de Dios será total, vendrá su «final moral» y el bien acabará con el mal (Apocalipsis 21:4).
Entonces, cuando los malos ganen y nos decepcionemos, recordemos esto: hasta que la voluntad de Dios se haga «como en el cielo, así también en la tierra», hay esperanza. La historia no ha terminado. Sheridan Voysey - Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario